“Si tienes un sueño tienes que protegerlo”

¿Recuerdas la película “En busca de la felicidad” protagonizada por Will Smith? 

Vamos a fijarnos en el minuto 52  porque conecta con tres competencias emocionales: la primera (conciencia emocional), tercera (autonomía emocional) y la quinta (competencias para la vida).

  • Mientras están jugando al baloncesto, el padre le dice a su hijo: “tú destacarás en muchas cosas, aunque en esta no (…)”

¿Te imaginas qué mensaje le está lanzando a su hijo?

A continuación se da cuenta del contenido negativo de su mensaje (ejercitando su conciencia emocional) y le dice:

eh, nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, ni siquiera yo, vale … si tienes un sueño tienes que protegerlo … si quieres algo ve a por ello, y punto (…).” Este momento es GRANDE, forma parte de la educación emocional, y esconde una de las claves y de los mayores aprendizajes que ese padre legará a su hijo, ya que le está enseñando a desarrollar su tercera competencia emocional: la <<autonomía emocional>>.

Me encanta la frase “si tienes un sueño tienes que protegerlo”, al fin y al cabo habla de pasión, de la pasión en lo que emprendemos. Y esto me recuerda una reciente intervención de Javier Sada, conferenciante experto en liderazgo, en la presentación de la “Guía para el Avance de la Mujer Profesional (II)” (Womantalent), cuando refiriéndose al buen líder, habla de la búsqueda activa del propio crecimiento personal y de pasión.

En la búsqueda del crecimiento personal a lo largo de la vida y de la pasión en lo que emprendemos intervienen con mayor intensidad tres competencias emocionales:

La primera competencia emocional –conciencia emocional– la desarrollamos cuando hacemos un ejercicio interior para conocernos mejor, << conócete a ti mismo>> dijo Sócrates y nos hacemos conscientes de nuestras fortalezas y de nuestros puntos a mejorar;  la tercera competencia  –autonomía emocional– la desarrollamos cuando ejercitamos fortalezas en nuestro día a día como el amor por el aprendizaje y la curiosidad, que ayudan a nuestro plan de crecimiento, asimismo cuando decidimos buscar vías para automotivarnos y dirigirnos con responsabilidad hacia nuestros objetivos; la quinta –competencias para la vida– la ejercemos cuando fijamos objetivos realistas, mediante la toma de decisiones y una actitud positiva ante la vida.

Javier Sada, en aquella intervención, traía a colación la investigación realizada por Mark Albion, entre 1960 y 1980, sobre las carreras profesionales de 1.500 graduados en escuelas de negocios:

  • La investigación de Mark Albion consistió en dividir los 1.500 graduados en dos categorías; en la primera se encontraban los que su objetivo era principalmente ganar dinero y en la segunda categoría los que buscaban realizar aquello que les apasionaba hacer. El porcentaje era del 83% correspondiente a la primera categoría mientras que sólo un 17% representaba a los profesionales “apasionados”.
  • Tras 20 años de estudio, el resultado fue que los profesionales “apasionados” se sentían más satisfechos y gozaban de mejor salud, y sorprendentemente 101 de todos los graduados habían logrado un alto nivel de prosperidad de los cuales solo 1 se encontraba en el primer grupo, mientras que los otros 100 correspondían al grupo de profesionales “apasionados”. Este resultado nos debe inspirar a la reflexión.

 

Quería traer hoy este tema aquí porque recientemente he leído la entrevista a Enhamed Enhamed en www.aprendemosjuntos.elpais.com

Esta entrevista al considerado mejor nadador paralímpico de la historia, con 37 medallas en 12 años de carrera profesional, medallista en los Juegos Olímpicos con 4 medallas de oro, es para leerla y releerla de principio a fin (casualmente cita el minuto 52 de “En busca de la felicidad”, lo cual me produjo una gran satisfacción, puesto que para mí ha sido una mis últimas “mantras”). Me quedo con su frase: “A los 8 años no perdí la vista, gané la ceguera” que causa mi mayor admiración. Vivo ejemplo de la autonomía emocional desarrollada en grado superlativo.

Y quiero también subrayar, lo que a continuación dice Enhamed: “una de las mayores discapacidades es la falta de confianza en uno mismo, más que la ceguera, o que te falten las piernas, o una mano, o lo que sea”.

  • A ello se refiere el psicólogo Albert Bandura, de la Universidad de Stanford, que nos dice: “Creo que nada influye más en nuestro comportamiento que la idea que tenemos acerca de nuestra capacidad para hacer algo, o para enfrentarnos con algún problema”.

 

Se entiende ahora porqué después de leer la entrevista a Enhamed Enhamed, el nadador transmite un estado de felicidad duradera. Si recordáis en mi anterior post “¿Qué es la felicidad?” hablábamos de que la actividad deliberada (la que no forma parte de los aspectos biológicos que representan el 50%) es decir la que depende de nuestra voluntad, tiene un peso del 40% en la fórmula de la felicidad duradera: cómo pensamos y qué hacemos en la vida diaria, son variables sobre las que sí podemos actuar, mientras que las circunstancias de la vida representan tan sólo el 10%  (S. Lyubomirsky y D. Schkade la Universidad de California, y K.M. Sheldon de la Universidad de Missouri).

Para Enhamed Enhamed su ceguera “ganada” a los ocho años forma parte de ese 10% de las circunstancias de la vida, y con el 40 % sobre el que sí podía influir, mediante su voluntad y actitud ante la vida, lo ha utilizado de la mejor manera que podía hacer para conseguir sus metas.

Por tanto, hablamos de autonomía emocional cuando somos capaces de mantener un equilibrio ante estímulos negativos del entorno, adoptando una actitud positiva ante la vida, para lo que nos servirá contar con un plan de crecimiento personal, ser líderes de nuestras propias vidas y dar ejemplo de ello a nuestros hijos, al final y al cabo ya sabes que aprenden de nosotros por imitación.

Si queremos desarrollar nuestra autonomía emocional es necesaria la percepción de la autoeficacia en lo que emprendemos, para ello te ayudará lo siguiente:

  • Piensa cuál va a ser tu plan de crecimiento personal, dirígete con pasión hacia tus metas ya sean personales, familiares, sociales o profesionales.
  • Presta atención a tus éxitos y acuérdate de ellos en los momentos difíciles, de esta forma aflorará el sentimiento de capacidad que todos poseemos.
  • Sé proactivo, permanece en constante búsqueda de crecimiento y aprendizaje.
  • Sé consciente de que nosotros somos los únicos responsables de nuestros estados emocionales, y que debemos cultivarnos un apropiado autoconcepto y una sana autoestima.

 

Si queremos ayudar a nuestros hijos a “proteger sus sueños” debemos ser conscientes de qué importante son para ellos los mensajes que reciben en su día a día, sobre todo los que les lanzan sus figuras de apego, porque ocurre que en ocasiones les trasladamos nuestras propias creencias limitadoras.

Reflexiona: ¿Qué mensajes le envías a tu hijo, nieto, alumno etc. para ayudarles a proteger sus sueños, su pasión? ¿tienes ya un plan de crecimiento personal para ti?


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